La mayoría de los cocineros se reservan la preparación del gravy para el pavo navideño o de acción de Gracias. Pero el delicioso gravy no necesita ser exclusivo de estas celebraciones.
Aprovecha el sabor de los ajos salteados y combínalos con un roux ligero y un poco de caldo de pollo. Viértelo sobre un clásico puré de papas o sirve como aderezo para roast beef.
Ingredientes
- Media barra de mantequilla sin sal
- 1/4 taza de ajo finamente picado
- Sal kosher
- 2 cucharadas de harina para todo uso
- 3 tazas de caldo de pollo bajo en sodio
- Pimienta negra recién molida
Cómo preparar el gravy de pollo
Derrita la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio. Agregue los ajos, sazone con una pizca de sal y cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que se ablanden, aproximadamente 5 minutos.
Espolvorea la harina sobre los ajos y bate hasta que la harina tenga un aroma tostado y sea de color marrón claro, aproximadamente 2 minutos.
Mientras bate, vierta lentamente el caldo de pollo y mezcle hasta que se incorpore la harina y la mezcla esté suave.
Sazone con pimienta y cocine a fuego lento hasta que la salsa espese y los sabores se mezclen, aproximadamente 20 minutos.
Pruebe y sazone con sal y pimienta adicionales según sea necesario. El gravy está listo. Lo puedes conservar refrigerado en un contenedor hermético y recalentar usando un poco de caldo de pollo en lugar de agua.
Un aderezo versátil
El gravy no es exclusivo de las fiestas navideñas. Es conocido por acompañar las cenas de esa celebración, pero en realidad tiene una utilidad mucho más amplia en la cocina.
Muchas recetas de cocina usan el gravy para sazonar y enriquecer el sabor de diferentes ingredientes.
Ahora que conoces lo fácil que es prepararlo, experimenta en la cocina, combínalo con pollo, carne y verduras.