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Cómo calentar casas muy frías

Lejos de lo que pueda parecer, la solución no es aumentar las horas de calefacción ni su intensidad. Con ello, solo conseguiríamos encarecer notablemente la factura energética y alejarnos por completo de la eficiencia. Existen otros remedios más baratos y, aparentemente, igual de efectivos que nos pueden ayudar a calentar casas muy frías.

Estas alternativas recuerdan mucho a los consejos que nos repetían nuestras abuelas de manera incansable. Son recomendaciones que forman parte de la sabiduría popular y que, en pleno siglo XXI, vuelven a cobrar fuerza, conquistando por igual a todos los inquilinos. A todos los que estén buscando cómo calentar una casa muy fría les recomendamos que continúen leyendo.

Remedios para calentar casas muy frías

Durante el invierno, la mayor parte de los hogares sufren un notable aumento del consumo energético. Pasamos más tiempo en casa, resguardados del invierno y al calor de nuestra calefacción. Pero, si la mala suerte ha querido que nuestro hogar sea de lo más frío, perdemos mucho tiempo (y mucho calor corporal) preguntándonos cómo calentar la casa para encontrar cierto grado de confort. Por ello, debemos tener en cuenta alguno de los siguientes consejos:

  • Cortinas gruesas o térmicas. Cualquier pantalla que coloquemos entre el frío del exterior y la temperatura de las habitaciones es una batalla ganada. Unos visillos de mayor espesor son una buena solución, sobre todo, a partir del anochecer. Si optas por unos de tipo térmico, en verano también serán útiles para mantener la casa más fresca.
  • Código de vestimenta. Si es invierno, nada de manga corta. Uno de los errores que debemos corregir es el de llegar a casa enfundados en ropa de abrigo y eliminar todas las capas hasta quedarse en mangas de camisa. Es importante adaptar la ropa cada temporada, también la que utilizamos en el hogar. Durante los meses más fríos, no te olvides del pantalón largo, un jersey gordo, unos calcetines y, en el sofá, la manta. Tu bolsillo te lo agradecerá. 
  • Saludo al sol. La orientación de la vivienda influye en la absorción de la temperatura. Pero si aprovechas cualquier rayo de sol para calentar la casa, el termómetro interior puede subir unos grados.
  • El poder de las alfombras. No son aptas para todos los gustos decorativos. Pero su utilidad es innegable. El suelo es uno de los elementos de la vivienda que más pérdida térmica genera. Por ello, necesitan elementos que reduzcan este defecto. Las soluciones textiles, como las alfombras o las moquetas, no aíslan, pero mantienen el calor.
  • La colocación de los muebles. Tan importante es que la casa y sus inquilinos estén bien abrigados, como la planificación de la decoración. Los muebles deben facilitar la circulación del frío y del calor. Por eso, no coloques muebles delante de los radiadores.